domingo, 28 de agosto de 2016

Guido Buffo también inventor y patentando en EEUU

La pregunta surgió a partir de si existía una conexión entre Guido Buffo y los Estados Unidos de América. La primera es la relación que mantuvo con Albert Einstein debido a la intercesión de su amigo Leopoldo Lugones y posteriormente a la traducción y corrección de cartas que le hacía a José Alvarez López para enviárselas al reconocido físico.
Pero la sorpresa vino a nuestro encuentro. Fue en el año 1928, más precisamente un 7 de febrero cuando a Guido Buffo se le reconoce la patente número 1658426 en la Oficina de Patentes de los Estados Unidos como el inventor de lo que había presentado cuatro años antes, el 14 de junio de 1924.
Se trató de un invento para automóviles, para evitar pinchaduras de las ruedas de aquella época, cabe señalar que hacia los años veinte deja de utilizarse la tela tejida siendo sustituida por tejidos cableados sin trama. 
Una de las características negativas de aquellos años era el excesivo peso de las cubiertas lo que resultaba extenuante el recambio en caso de pinchadura.
En la Casa Museo de Unquillo se halla una matriz de este invento que resultó ser una mejoría sustancial ya que permitía continuar el viaje más allá de haber pinchado el neumático.
Cuando la cubierta de un automóvil se pinchaba era inútil para seguir viajando, lo que Buffo presentó son unidades independientes dentro de la cámara y que cuando una de ellas se pinchaba o era inutilizada, la rueda a pesar de estar dañada, no quedaba totalmente inutilizada gracias a las secciones o unidades independientes. Y este invento se aplicó a nivel internacional.
 
Ya por aquellos tiempos, Guido Buffo era reconocido en EEUU, más tarde, con su invento (KAP) y la detección de sismos mediante su sistemática con el Péndulo de Foucault, atraería aún más la atención desde el país del norte hacia su Estación tripendular de Villa Leonor, ya que les “auditaba” cada una de las pruebas atómicas realizadas en cualquier punto del mundo…pero esa es otra historia…La traducción completa del texto fue realizada por Oscar Paniagua y Kristina Eckel Paniagua. Amplia información en "Guido Buffo y el Templo de la Transformación".


sábado, 20 de agosto de 2016

La conexión Tiahuanaco


Guido Buffo se refiere a una conexión entre los pueblos americanos milenaria, basándose en el estudio del arte de estos pueblos. “Un arte que, por sus características, revela vínculos espirituales comunes a grupos étnicos separados por enormes distancias, pero unidos en una familia común que se extiende desde más al norte del trópico de Cáncer hasta más al sur del trópico de Capricornio; que comprueba la existencia de olas culturales que se habrían expandido del norte al sur y del sur al norte, a través del continente americano, corroboradas no sólo a través del arte popular, sino también a través del arte monumental. Lo cual significa que no se trata de un fenómeno circunstancial, sino de algo más permanente que refleja un estado de cultura del cual han participado jefes y pueblo. Es decir, algo que no es producto de lo fortuito, sino el trasunto de algo mejor y más orgánicamente establecido y por lo tanto provisto de la fuerza necesaria para lograr una sedimentación más duradera”.

Reseña comunicaciones entre pueblos americanos desde mesoamérica hasta el sur y viceversa, pero se mantuvo aún más en la convicción de una influencia suprema de la cultura ancestral de Tiahuanaco en tierras del norte, en el Valle de Tafí y sus menhires, como también en el centro de Argentina, en las etnias Henia y Camiare en referencia a sus sistemas similares de canalización para regadío. Estaba convencido que durante la época de la mal llamada colonización – mejor dicho genocidio nativo – se perdió un cuantioso tesoro arqueológico de la historia de nuestras tierras como consecuencia de la destrucción de bibliotecas líticas, templos, pirámides, menhires, y cuanta demostración artística desde vasijas hasta pequeños ídolos realizados por estas culturas, pero que desafortunadamente no eran de oro.

Y por no ser de oro y además atentar contra las “verdades” de la inquisición de aquellos años destruyeron todo a su paso; se los acusó de herejía – a los pueblos americanos (mayas, aztecas, incas, comechingones, mapuches, guaraníes, etc), - de adorar falsos dioses, incluso señalar que no eran humanos porque no tenían alma y asemejarlos con los animales, todas acusaciones falsas con la única intención de apoderarse de riquezas – oro, plata, piedras preciosas – y tierras. La corona española y la santa sede se dieron la mano para provocar esta pérdida irreparable en la historia…

Pero no sólo Buffo estaba por el buen camino, Salvador Debenedetti y Juan Ambrosetti también sostuvieron la conexión Tiahuanaco con pueblos nativos del norte y centro de nuestro país.

Un detalle…En un momento determinado del día, sobre la cúpula, el sol permite la aparición mediante la sombra de una media cruz andina, pero si se observa detenidamente, del lugar desde dónde se proyecta, la imagen es otra. Magia, alquimia, juego de luces y sombras…que el peregrino lo descubra, la conexión Tiahuanaco está en el Templo de la Transformación, sólo les ofrezco la punta del iceberg, lo demás va por cuenta propia. Hasta la próxima…

Encabezado carta inédita, correspondencia mantenida entre
el Director del Museo de Tihuanacu, Max Portugal y Guido Buffo.

Trópico de cancer y de capricornio según Google Maps







domingo, 14 de agosto de 2016

Guido Buffo y La matemática en la Naturaleza


“Alma que la naturaleza ha creado dentro de su propia Ley, única e igual para todos. De suerte que no es extraño que, entre los componentes de la sociedad humana en su relación con la Naturaleza, existe cierta identidad de gustos que permite a cada cual aceptar sin recelo, sin apasionamiento, con tolerancia, las diferencias de grado existentes en la apreciación de lo Bello Natural”.

“La sección dorada, permitiría determinar la proporción matemática y concreta del tamaño y la ubicación exacta”…

“Toda la naturaleza se ocupa de elaborar fuerzas cuya existencia depende del equilibrio más minuciosamente cuidado en todas sus partes”.    Guido Buffo

Todo en la Capilla tiene un orden simétrico que respeta la utilización de la llamada sección áurea o número dorado, dicha simetría ya sea helicoidal o en espiral están presentes y supo extraerlas de la Naturaleza.

Cada una de las creaciones tiene su propia esencia, cada fenómeno tiene un concepto separado, pero todo esa una sola unidad.

Si observamos en la Naturaleza hallaremos que todo sigue una determinada progresión, representada por un curioso sistema de números que se conocen como una serie sumatoria que se denomina la serie de Fibonacci. Se obtiene de sumar los dos elementos precedentes: 1,1,2,3,5,8,13,21,34,55,89,144,233,377,610,987,1597,2584,4181,6765….

Y la relación que resulta de dividir uno de estos números por el que lo precede arroja como resultado: 1,61803398887…el número de oro. (Amplia información en "Guido Buffo y el Templo de la Transformación")

lunes, 1 de agosto de 2016

Guido Buffo y el Templo de la Transformación


“Guido Buffo y el Templo de la Transformación” cierra la trilogía sobre la vida y obra del autor del Parque de Montaña de Villa Leonor (Campamento, casa – museo, turris eleonórica, pinacoteca y Capilla con sus frescos murales interiores), de su esposa Leonor Allende y de su hija Eleonora. Su legado es la síntesis de un tratado simbólico, que nos invita a la interpretación, a la inspiración, a la recreación, a la meditación, a la contemplación, que nos permitirá llegar a lo que se sabe pero no se pronuncia, que transmuta y reconforta, haciendo surgir la propia divinidad latente en cada uno de nosotros.

“Por más que sean arduos los caminos a recorrer, el sacrificio no es vano, es hermoso haber adquirido a base del propio esfuerzo nuevos conocimientos y experiencias”     Guido Buffo.

Se nos aconsejó en innumerables oportunidades desestimar la investigación sobre la vida y obra de Buffo y su familia; tanto mientras vivía como a posteriori de su muerte siempre hubo no solo silencio, sino también humillación y barbarie.

¿Qué buscaban tan afanosamente aquellos que desmantelaron su casa destruyendo efectos personales y obras de él y su hija mientras aún vivía?

¿Qué buscaron una vez muerto tan inescrupulosamente hasta llegar a intentar abrir sus féretros en la Cripta familiar?

¿Qué secretos se hallan ocultos simbólicamente en la Capilla o Templo del Péndulo?

¿Qué objeto se alojó por años en dicho Templo?

¿Qué buscaba Guido Buffo en el sur argentino a poco de llegar a nuestro país?

¿Qué encontró en su investigación sobre El Menhir de la figura coronada de El Mollar de Tafí?

¿Perteneció a alguna sociedad secreta, al igual que Leopoldo Lugones, Juan Ambrosetti, René Guénon, Martín Gil, Dante Alighieri  y tantos otros?

Son muchas más las preguntas que hallarán respuesta en esta tercera entrega sobre la vida de un alquimista, que tenía en esta realidad una visión mística, científica y artística, cuya sed de conocimientos lo llevó a bucear en los secretos y misterios de la naturaleza, intentando afanosa e irrefrenablemente, consciente e inconscientemente, robar un segundo más de latidos junto a sus amadas mediante la transmutación del dolor en belleza y amor.

Rescatamos de su puño y letra conferencias, textos e investigaciones que de otra manera quedarían cada vez más olvidadas o perdidas para siempre.

Este libro está basado en una sorprendente reconstrucción histórica de los hechos, sumado a una investigación que arroja nueva luz sobre el mensaje que precede al mensajero. En estas páginas encontrarán otra historia, la oculta, la que no nos quisieron contar; en definitiva, la que quisieron ocultar.



Hemos sido parte de esa otra historia oculta, la que crípticamente aseguramos se fue revelando; pero no debemos apresurarnos, porque el mensaje desvelado, si cabe, es trascendente e histórico por partes iguales.
En un día como hoy, recibíamos hace tres años el primer ejemplar de
"Guido Buffo y el Templo de la Transformación"...