lunes, 14 de noviembre de 2016
domingo, 16 de octubre de 2016
Carta a mi madre en el infinito por Leonor Buffo Allende
Carta a mi
madre en el infinito….
Madre, ¡quiero
hablarte de tantas cosas!
Tres años ha
que partiste, rumbo a lo desconocido, a lo que no se puede ver, ni comprender,
ni siquiera imaginar…¿Cómo es todo aquello? ¡Si pudieras contarme!
Pero es inútil
esforzarse en abrir las puertas de lo intangible.
He de imaginar
que un cartero misterioso te llevará esta carta… Y después de todo ¿Por qué no?
¿Acaso el amor no es capaz de realizar lo imposible?
Madre: ¿sabes
que cada día parece que te quisiera más?
Y es que,
antes, ansiaba y añoraba solamente la
presencia tuya, tus caricias, tu ternura, y ahora añoro lo que menos conocí de ti:
tu vida interior, tu mundo espiritual.
Quisiera
preguntarte tantas cosas…
Tú sabes cómo está llena de “porqués” la vida, tú sabes cómo se anhela y
se sufre por ellos…
¿En qué creías
tú? ¿Cuál era tu ideal?
Quisiera ser
la continuación viviente de lo que fuiste. Quisiera realizar tus aspiraciones.
Porque yo tengo toda una vida por
delante. Toda mi juventud y toda mi fuerza pronta para la acción, y te conocí
noble como pocas.
Mi padre me
habla de ti como algo maravilloso…
A veces me da
rabia de esta impotencia de los vivos contra la muerte. ¡Si siquiera pudiéramos
luchar! ¡Y no es que yo desee vivir más de lo prefijado por el Destino, sino
que me parece cobarde eso de entregarse así nomás, fatalmente.
Dirás que me
he vuelto orgullosa y altanera. Si, y por ti.
Si me vuelvo
contra el destino, es porque ciego y cruel te quito de mi lado. ¡Que me importa lo que haga con
mi existencia!
¡Pero a ti no
debió tocarte!
Hay cosas
realmente incomprensibles en la vida.
¿Por qué ese misterio constante que a la vez
nos aplasta y nos incita?
¿Por qué ese
jugar del destino con nuestro dolor y nuestra alegría, ya desengañándonos el
corazón, ya llenándolo de plenitud y de
belleza? …
Madre estoy
llena de indecisión: ¿Qué camino debo tomar?
¿Por qué rumbo
dirigiré mi vida?
¡Hay tantas
cosas, nobles, bellas y grandes para hacer en el mundo!
Ni una ni dos
vidas, me alcanzarían para realizar todo lo que yo quiero.
Debo, pues,
reducir y concretar mis ideales para hacerlos posibles.
Debo, por así
decirlo, ponerlos dentro de la posibilidad de realización, según lo probable de
años que haya de vivir, claro está, descontando el factor desconocido de las
sorpresas que nos depara la vida.
¿Pero cómo? ¿Y
si me equivoco al separar las cosas que he de hacer de las que no he de hacer?
¡Si supieras
lo que ha de ocurrirme en el futuro!
Madre, estoy
llena de inquietud…
Voy a recordar
cómo eras conmigo en mis primeros años. Tal vez encuentre en aquellos felices
tiempos que pasaron, la luz necesaria para alumbrar el camino.
Me
condujisteis siempre por la senda del amor. Me enseñaste a amar los seres y las
cosas todas que me rodeaban:
En nuestra
casita del campo de Córdoba, “nuestro nidito”, o “nuestro rancho” como tú o papá solían
llamarla, la vida corría apacible y serena.
Jamás vi
perturbada la armonía del hogar. Todo era allí bueno, amable, pleno de sana
alegría, como los días de sol y el aire purísimo delas sierras…
Un hálito de
ternura lo envolvía todo. Hasta las cosas más humildes daban testimonio de
ello. En el cántaro de barro, donde el agua del manantial en los días
calurosos, había esta inscripción puesta por la mano de mi padre: “Para la
hermana agua”. Y debajo, las iniciales de nuestros tres nombres, unidos e
inseparables como nuestros tres corazones…
Y así todo.
Cuántas veces
habré besado las flores de nuestro jardín impulsada por esa dulcísima ternura.
Las veía
bellas, me encantaban, y así simplemente, como si me comprendiesen les
demostraba simpatía y admiración…
¿Te acuerdas,
madre, cuánto te rogaba porque me pillaras mariposas?
Las tomaba de
las alas con delicadeza exquisita, y las ponía entre las manos y, ante mis ojos
asombrados, con la condición de no tocarlas mucho y soltarlas enseguida…
Yo te
preguntaba por qué, anhelaba jugar con ellas largo rato.
Me respondiste:
“Suponte que viniese un gigante y me arrebatase para siempre de tu lado por
puro placer y curiosidad. ¿Te gustaría?”.
Y la pregunta
aquella no volvió a salir de mis labios nunca más.
Temblaba sólo
al imaginarme destrozando el hogar de la mariposa…
Así aprendí a
respetar por cariño y por convicción la libertad de los seres que me rodeaban,
aunque yo pudiera pasar fácilmente sobre ella sin que nadie me recriminase.
Más aún,
aunque debiera sacrificar mis deseos, en honor a ella.
¡Esta es una
norma de vida! ¡Y ahora la comprendo perfectamente Madre!
¡Si se
enseñara a todos los hombres desde pequeños a cumplir de esa manera los deberes
cívicos!
Entonces
habría paz, respeto y libertad verdadera… Y habría felicidad.
Suélenme a
veces entrar deseos de transformar al mundo. De extirpar de raíz, todas las
cosas vergonzosas e innobles que lo plagan. De enaltecer la verdad, la
sabiduría y el bien.
(Me pregunto
si será egoísmo este deseo de que todos miren por mis ojos)
Siento unas
alas inmensas dentro de mí, impacientes por tender el vuelo.
Alas fuertes y
blancas como jamás he visto…
Siento dentro
de mí, un ímpetu de vida y de triunfo sobrehumanos. ¡Hay fuego de heroísmo en
la sangre que corre por mis venas!...
A veces
trocase el ideal en cosa tranquila y de silencio. Hácese más personal (tal vez
más mezquino), pero más dulce. Me veo más pequeña. Me siento demasiado poca
cosa, demasiado débil para realizar mis ideales de titán, me digo: ¿Para qué
vivir para los demás, despreciar mis años mejores, si probablemente no agregaré
ninguna joya valiosa en el tesoro de las sabidurías o los bienes humanos? Viviré,
pues, para mí y para el círculo pequeño de seres que me rodean. No pretenderé
tanto, pero habrá más amor en mi vida, y más felicidad. Y por eso estoy llena
de zozobras, madre, por estas dos fuerzas contrarias que combaten en mi alma
sin descanso…
…Y dentro de
un año deberé elegir carrera universitaria…
Pero ahora, de
repente quien sabe por qué inspiración, veo claro y recuerdo esas palabras
tuyas:
“Reflexiona,
hija mía; yo te educo para la superioridad, no para la igualdad. Y si me
comprendes bien y me oyes, aun cuando mi espíritu haya vuelto al lugar de donde
ha salido, tú procurarás estar por encima de todos. Por todos los medios a tu
alcance, por sobre todo aquello que es común y ordinario. Que ninguno vaya
delante de ti en lo justiciero, noble, generoso, valiente, leal y magnánimo…No
te dejes poner el pie adelante. Ejerciendo la más estrecha disciplina,
espiritual y físicamente, se hace aun cuando sea con fatiga, los caminos de las
cumbres más empinadas. Te he dado toda mi vida, todo mi tiempo, y todo mi amor,
para que tú seas mejor que yo y que tu padre, si es posible”.
Madre, ya se
que camino seguir…
Leonor Buffo Allende
sábado, 17 de septiembre de 2016
El Manuscrito de los Sueños
…Cuando mis ojos se cierran
y mis pensamientos se zambullen en el profundo océano de la mente, me siento
nadar hacia un interior infinito, despojándome de ideas que vienen a mi,
surcando el espacio sideral de un universo desconocido, tanto como el propio
ser. Soy todo lo que soy, lo que fui y lo que seré; puedo crear lo intangible,
ver lo invisible y sentir lo abstracto, dándole forma, sentido, contenido”...
De esta manera define Guido Buffo su ingreso cada noche al mágico mundo
existente entre la realidad y la ilusión, que nos permite, cuando le prestamos
atención, realizar actos supremos. El hombre debe conocer tanto el mundo que
transita como los sueños, con los cuales lo construye. Asimismo, será su
persona el reflejo de su propia obra, energía materializada, y lo material,
como la naturaleza, cumple su proceso.
“El manuscrito” supera lo intangible, describiendo los
insondables misterios de los sueños: ciencia, historia, misticismo, física
cuántica, el cerebro humano, viajes y sueños, algunos de estilo alegórico que
no le dejarán indiferente.
Así describíamos el segundo libro, publicado en septiembre de 2009, hace
siete años de este lanzamiento, el mágico número 7, aquí es donde nos tomamos
la libertad de “entrevistar a Guido Buffo”…muchos lectores nos han transmitido el
impacto que les han transmitido estas páginas.
“El Manuscrito de los sueños”,
llegó a nuestras manos de igual manera que
todo lo que rodea esta maravillosa tarea, somos un instrumento de difusión de
su vida y de su obra.
Gracias a todos aquellos lectores que nos han permitido conocer lo que cada
uno de nuestros libros publicados les ha inspirado.
Un encuentro mágico con el universo onírico de Guido Buffo
domingo, 4 de septiembre de 2016
Arquitectura y Geometría en el Templo I
La mayoría de los pueblos antiguos han creado sus templos y espacios
sagrados aplicando en forma meticulosa los números, la geometría y las
proporciones correctas; incluso en la construcción de Catedrales en la edad
media...
Deben además tener una determinada orientación, como en el caso que
presentamos a continuación, y consideran al sol para ciertas fechas determinadas, una de ellas en el Templo de la
Transformación, diseñado por Guido Buffo, corresponde al día de fallecimiento de su hija Eleonora.
Todos los 6 de septiembre, el sol penetra por una de las luceras e ilumina
justamente el rostro de su hija frente a una imagen modelada de la
maternidad…
El sol penetra por
la lucera...y se acerca...
Al las doce horas el sol ilumina el rostro de su hija...
domingo, 28 de agosto de 2016
Guido Buffo también inventor y patentando en EEUU
La pregunta surgió a partir de si existía una
conexión entre Guido Buffo y los Estados Unidos de América. La primera es la
relación que mantuvo con Albert Einstein debido a la intercesión de su
amigo Leopoldo Lugones y posteriormente a la traducción y corrección de cartas
que le hacía a José Alvarez López para enviárselas al reconocido físico.
Pero la sorpresa vino a nuestro encuentro. Fue en
el año 1928, más precisamente un 7 de febrero cuando a Guido Buffo se le
reconoce la patente número 1658426 en la Oficina de Patentes de los
Estados Unidos como el inventor de lo que había presentado cuatro
años antes, el 14 de junio de 1924.
Se trató de un invento para automóviles, para
evitar pinchaduras de las ruedas de aquella época, cabe señalar que hacia los
años veinte deja de utilizarse la tela tejida siendo sustituida por tejidos
cableados sin trama.
Una de las características negativas de aquellos
años era el excesivo peso de las cubiertas lo que resultaba extenuante el recambio
en caso de pinchadura.
En la Casa Museo de Unquillo se halla una matriz
de este invento que resultó ser una mejoría sustancial ya que permitía
continuar el viaje más allá de haber pinchado el neumático.
Cuando la cubierta de un automóvil se pinchaba
era inútil para seguir viajando, lo que Buffo presentó son unidades
independientes dentro de la cámara y que cuando una de ellas se pinchaba o era
inutilizada, la rueda a pesar de estar dañada, no quedaba totalmente inutilizada
gracias a las secciones o unidades independientes. Y este invento se aplicó a
nivel internacional.
Ya por aquellos tiempos, Guido Buffo era
reconocido en EEUU, más tarde, con su invento (KAP) y la detección de sismos
mediante su sistemática con el Péndulo de Foucault, atraería aún más la
atención desde el país del norte hacia su Estación tripendular de Villa Leonor,
ya que les “auditaba” cada una de las pruebas atómicas realizadas en cualquier
punto del mundo…pero esa es otra historia…La traducción completa del texto fue
realizada por Oscar Paniagua y Kristina Eckel Paniagua. Amplia información en
"Guido Buffo y el Templo de la Transformación".
viernes, 26 de agosto de 2016
sábado, 20 de agosto de 2016
La conexión Tiahuanaco
Guido Buffo se refiere a una conexión entre los pueblos americanos
milenaria, basándose en el estudio del arte de estos pueblos. “Un arte que, por sus características,
revela vínculos espirituales comunes a grupos étnicos separados por enormes
distancias, pero unidos en una familia común que se extiende desde más al norte
del trópico de Cáncer hasta más al sur del trópico de Capricornio; que
comprueba la existencia de olas culturales que se habrían expandido del norte
al sur y del sur al norte, a través del continente americano, corroboradas no
sólo a través del arte popular, sino también a través del arte monumental. Lo
cual significa que no se trata de un fenómeno circunstancial, sino de algo más
permanente que refleja un estado de cultura del cual han participado jefes y
pueblo. Es decir, algo que no es producto de lo fortuito, sino el trasunto de
algo mejor y más orgánicamente establecido y por lo tanto provisto de la fuerza
necesaria para lograr una sedimentación más duradera”.
Reseña comunicaciones entre pueblos americanos desde mesoamérica hasta el
sur y viceversa, pero se mantuvo aún más en la convicción de una influencia
suprema de la cultura ancestral de Tiahuanaco en tierras del norte, en el Valle
de Tafí y sus menhires, como también en el centro de Argentina, en las etnias
Henia y Camiare en referencia a sus sistemas similares de canalización para
regadío. Estaba convencido que durante la época de la mal llamada colonización –
mejor dicho genocidio nativo – se perdió un cuantioso tesoro arqueológico de la
historia de nuestras tierras como consecuencia de la destrucción de bibliotecas
líticas, templos, pirámides, menhires, y cuanta demostración artística desde
vasijas hasta pequeños ídolos realizados por estas culturas, pero que
desafortunadamente no eran de oro.
Y por no ser de oro y además atentar contra las “verdades” de la
inquisición de aquellos años destruyeron todo a su paso; se los acusó de herejía – a los pueblos
americanos (mayas, aztecas, incas, comechingones, mapuches, guaraníes, etc), - de
adorar falsos dioses, incluso señalar que no eran humanos porque no tenían alma
y asemejarlos con los animales, todas acusaciones falsas con la única intención
de apoderarse de riquezas – oro, plata, piedras preciosas – y tierras. La
corona española y la santa sede se dieron la mano para provocar esta pérdida
irreparable en la historia…
Pero no sólo Buffo estaba por el buen camino, Salvador Debenedetti y Juan
Ambrosetti también sostuvieron la conexión Tiahuanaco con pueblos nativos del norte
y centro de nuestro país.
Un detalle…En un momento determinado del día, sobre la cúpula, el sol
permite la aparición mediante la sombra de una media cruz andina, pero si se
observa detenidamente, del lugar desde dónde se proyecta, la imagen es otra.
Magia, alquimia, juego de luces y sombras…que el peregrino lo descubra, la
conexión Tiahuanaco está en el Templo de la Transformación, sólo les ofrezco la
punta del iceberg, lo demás va por cuenta propia. Hasta la próxima…
Encabezado carta inédita, correspondencia mantenida entre el Director del Museo de Tihuanacu, Max Portugal y Guido Buffo. |
Trópico de cancer y de capricornio según Google Maps |
domingo, 14 de agosto de 2016
Guido Buffo y La matemática en la Naturaleza
“Alma que la naturaleza ha
creado dentro de su propia Ley, única e igual para todos. De suerte que no es
extraño que, entre los componentes de la sociedad humana en su relación con la
Naturaleza, existe cierta identidad de gustos que permite a cada cual aceptar
sin recelo, sin apasionamiento, con tolerancia, las diferencias de grado
existentes en la apreciación de lo Bello Natural”.
“La sección dorada, permitiría
determinar la proporción matemática y concreta del tamaño y la ubicación exacta”…
“Toda la naturaleza se ocupa
de elaborar fuerzas cuya existencia depende del equilibrio más minuciosamente
cuidado en todas sus partes”. Guido
Buffo
Todo en la Capilla tiene un orden simétrico que respeta la utilización de
la llamada sección áurea o número dorado, dicha simetría ya sea helicoidal o en
espiral están presentes y supo extraerlas de la Naturaleza.
Cada una de las creaciones tiene su propia esencia, cada fenómeno tiene un
concepto separado, pero todo esa una sola unidad.
Si observamos en la Naturaleza hallaremos que todo sigue una determinada
progresión, representada por un curioso sistema de números que se conocen como
una serie sumatoria que se denomina la serie de Fibonacci. Se obtiene de sumar
los dos elementos precedentes:
1,1,2,3,5,8,13,21,34,55,89,144,233,377,610,987,1597,2584,4181,6765….
Y la relación que resulta de dividir uno de estos números por el que lo
precede arroja como resultado: 1,61803398887…el número de oro. (Amplia información en "Guido Buffo y el Templo de la Transformación")