El Menhir se alza como un monumento a la memoria de Guido Buffo. Su figura, réplica realizada (en base a una interpretación iconográfica de Guido Buffo), con esmero hace cuatro años (2019-2020), trasciende lo material. Es más que una piedra; es un símbolo de conexión y paz. Es maravilloso escuchar que la recreación ha traído tanta alegría y admiración, una columna de piedra, firme y antigua, que desafiaba al viento y al tiempo. Su origen se perdía en las brumas de la prehistoria, pero su presencia era innegable.
Cada marca, cada surco, hablaba de un conocimiento olvidado...Buffo se sumergió en su estudio, desentrañando los secretos que yacían en la piedra.
Desde su presencia
en Villa Leonor personas que visitan el lugar se detienen
frente a él, como si sintieran una conexión inexplicable, atraídos por la magia que envuelve al Menhir, otros, admiran su majestuosidad, capturando su esencia en
fotografías, obra que las manos de
Noelia y José María, los escultores, tallaron su forma con reverencia como participes del proyecto
que encaminó la fundación Guido Buffo.
En la celebración de los equinoccios y solsticios marcan
momentos sagrados alrededor de su
estructura con danzas, guiadas por Silvina,
la facilitadora espiritual. El Menhir observa, testigo silencioso de rituales que trascienden el tiempo ondeando al
ritmo de la energía ancestral.
Las piedras circundantes no son meros adornos, colocadas con una precisión que desafía el tiempo, encarnan
la fortaleza y la protección,
sirviendo como guardianes silenciosos de una herencia cultural. Estas piedras son también un recordatorio de la tenacidad
y la continuidad de las lecciones
que nos han legado.
Extendemos nuestra gratitud a los estudiantes en prácticas
y a los jóvenes del Instituto
Milenio, que participan con sus manos laboriosas manteniendo y protegiendo su estructura, asegurando que su influencia perdure y siga inspirando a futuras generaciones.
La Fundación, que celebra su octavo año de trabajo,
mantiene viva la llama de este
legado monumental. No solo como una creación
maravillosa, sino como un faro de conocimiento y conexión con nuestras raíces ancestrales.
Texto en colaboración: Eliane Buchweis
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