“Repleta de amor llevo el alma. Repleta de amor por todas las cosas.
Y este amor me ha abierto todas las puertas de la
felicidad…”
Leonor Buffo
Como la Flor del Aire, poema XVII.
En el año 1969 llegó a Villa
Leonor de Los Quebrachitos en Unquillo un
grupo juvenil de la Parroquia San
Cayetano de Barrio Altamira, en ese grupo de 25 jóvenes de entre 16
y 27 años, contando con ellos los coordinadores, estaban Guillermo y Graciela.
Fueron a compartir un día de campo para consolidar los vínculos ya que
comenzaban a conocerse…
Dice Guillermo: Llegamos al lugar en un ómnibus alquilado. El día
se desarrolló, entre juegos, canciones y almuerzo compartido, con el fin de
conocernos y fraternizar.
Lo que más recordamos, es que dada la
cercanía, fuimos a conocer la Capilla de Buffo, ya que alguien nos contó sobre
su origen y la razón de la misma; Un monumento al amor de un hombre, el
autodidacta Guido Buffo, para su esposa Leonor y su hija Eleonora, luego de
muertas ambas de tuberculosis.
Y allí fuimos todos, y sin darnos
cuenta, nosotros Graciela y Guillermo siempre estábamos cerca el uno del otro,
compartiendo cada momento vivido.
Y al entrar a la capilla comenzaría el
influjo de Guido Buffo, Eleonora y Leonor, sin siquiera advertirlo nosotros.
La Capilla estaba abierta, sin
cuidadores, un poco sucia, pero bien conservada. No había nada roto, ni dañadas
las paredes, tanto interior como exteriormente. Nos llamaron la atención,
aparte de la historia contada por no recuerdo quien, su forma oval, las
aberturas en el techo, que iluminaban intencionalmente un lugar, según la hora
y el día, las pinturas y escritos que representaban la historia de la familia,
y muchos otros símbolos y fundamentalmente el péndulo de Foucault, que según
nos dijeron, la convertían en un observatorio sismográfico.
El influjo: Al
entrar, encontramos en el suelo un vidriecito de unos 9 por 5 centímetros y de
unos 2 milímetros de espesor, parecía y parece un negativo fotográfico que es
de color azulino y tiene como grabadas la imagen de dos hermosas mariposas.
Graciela lo tomó como un recuerdo y lo puso en su bolsillo.
Luego del asombro por el lugar, nos
sacamos fotos con la Capilla de fondo y volvimos a nuestro campamento para
almorzar, confraternizar y por la tarde emprender el regreso a Córdoba.
Al subir al ómnibus, con Graciela
compartimos el mismo asiento, y luego de un par de comentarios sobre el viaje,
el desarrollo del día y los temas tratados, surgió la Capilla, su construcción,
su historia. Y allí fue cuando conversamos sobre el vidrio con la imagen de las
mariposas. Primero nos sorprendió, porque parecía el negativo de una foto, y luego
no sé qué fue lo que dijimos, ni que hablamos sobre ello, sólo sé que mientras
más dialogábamos, más intimábamos y más cómodos y cercanos estábamos unos del
otro.
El viaje se nos hizo corto. Y al
bajarme en el Parque de las Heras, a cuatro cuadras de mi casa, Graciela
seguiría hasta Altamira, sólo nos saludamos con un chau. Pero ya nunca más
pudimos quitarnos de nuestros pensamientos. Y a partir de allí y con el
paso del tiempo compartido, el influjo de Buffo, lograría su objetivo; el 12 de
Febrero de 1972 nos casamos.
Días pasados después de 53
años, volvimos a la emblemática Capilla de Buffo.
En esta oportunidad siendo esposos con
casi 50 años de matrimonio.
Hoy, en el año 2022 cumpliremos los 50
años de matrimonio, tres hijos; Patricia, Marcos y Francesca, y se sumaron a la
familia, Néstor, el marido de Patricia, Anita la esposa de Marcos y Nico
el novio de Francesca.
También nuestros nietos; Ramiro y su
esposa Damaris, Agustina y su novio Fabricio, Santiago, Amanda y Joaquín.
Y nuestros bisnietos, Valentino y Milo,
hijos de Ramiro y Damaris.
En este momento tan particular, donde
la pandemia nos ha trastocado un poco la vida, al recordar todo esto,
comprobamos lo mucho que tenemos para agradecer y lo afortunado que hemos sido,
¿será el influjo de Guido Buffo? ¿Quién puede saberlo o negarlo?
Graciela y Guillermo 12/01/2022
Señalados con flechitas Gra y Guille
Gra y Guille en Junio de 2021
El vidriecito con mariposas nexo de la relación de Gra y Guille
Cuando tuve la oportunidad de conocer la capilla de Buffo y saber sobre su gran historia de amor por su esposa e hija, quedé impactada y al mismo tiempo agradecida a Dios por haber vivido la bendición de haber amado y de haber sido correspondida. La de ustedes es sin duda una historia de amor con final feliz y han sabido construir esa relación cada día. Que Dios y la Virgen los siga bendiciendo y acompañando en este camino, que si bien es escarpado a veces, en muchas otras ocasiones, son caminos que nos permiten recorrer una vida más tranquila y de sueños compartidos. Cómo dijo el poeta, All we need is love! Todo lo que necesitamos es Amor! Los quiero!
ResponderBorrarEstuve en ese paseo y, pasado un tiempo, tuve el privilegio de ser testigo por Guillermo de su casamiento por civil con Graciela.
ResponderBorrarEl sábado 12-02-2022, experimenté la enorme satisfacción de asistir a la misa de celebración de sus 50 años de casados por la iglesia.
Esa es la primera forma como se ha manifestado la "influencia de Buffo".
Lo que no sabíamos hasta hoy es que ese año y con meses de diferencia, Lili fue con su curso de secundaria a un retiro espiritual en ese santuario.
Casi una década después y sin saber de esa coincidencia, Lili y yo nos conocíamos y decidíamos unir nuestras vidas. Y así seguimos a 42 años de encontrarnos.
Esa es la segunda forma como se ha manifestado la "influencia de Buffo".
Habrá otras?
el comentario anterior es de Antonio Suarez, que con poca practica en esta lides no se identifica adecuadamente :)
ResponderBorrarMedio de refilón, formé parte de algunos momentos en la construcción de este ejemplar matrimonio. Siempre estuvieron del lado correcto. Los cimientos están bien claros: Cristo y el Amor. Gustavo
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